domingo, 22 de septiembre de 2013

Culpables

Sus labios, mi boca.
Su torso, mis pechos.
Su lengua, mi sexo.
Su sexo, mi boca.
Su abrazo, mi espalda.
Sus muslos, mi lengua.
Su sexo, mis manos.
Sus besos, mis besos.
Su abrazo, mi cuerpo.
Su vida, mi sueño.
Sus ojos, mi dueño.

sábado, 21 de septiembre de 2013

La ruta del deseo

Estoy confundida...
No puedo terminar de descifrar qué tiene el hombre que amo para ofrecerme.
No me resulta tangible, ni me permite proyectar y eso me abruma y me desconcierta.
Los niños tienen fantasías y los adultos, sueños.
Pero a mi me pasa que estos días ando desorientada.
Estoy a distancia prudencial del objeto de mi deseo, que es un sujeto exquisito y único que me pone en un lugar del que  no puedo moverme.
Imaginan haberse sentido la mejor hembra de todas?
O un capullo frágil, protegido por un cuerpazo viril?
Es impactante. Movilizador.
No te deja margen para nada. 
Lo que me inquieta es todo el andamiaje que tiene la arquitectura de mi deseo.
Todo lo que él me resulta imprescindible, vital, irremplazable.
Sin embargo, cuando miro lo que pasó y al observar lo que acontece, reparo en que estoy paralizada.
Es la primera vez que entiendo que esta vez espero todo del varón que amo.
TODO.
No me cabe ninguna excusa. Ni me importa mucho nada.
Sólo quiero que las cosas sean como deben ser.
Que se comporte masculinamente, románticamente y que su conducta no deje ninguna duda.
Porque la verdad es que sueño con dormir abrazada a él para siempre...
Lo demás no resiste ningún análisis.
Me abruma el laberinto y una fibra de mi angustia me susurra que tal vez él va a venir a rescatarme...
Mientras tanto, serena, silenciosa, lo aguardo.



domingo, 15 de septiembre de 2013

Amor sin esperanzas.

Leo textos sobre el naufragio amoroso, la melancolía erótica o como le dicen los poetas: penas de amor, mal de amores o como lo denominan los médicos: estrés sentimental,  depresión psicogénica de la causa amorosa o enfermedad situacional de contenido amoroso. 
Es curioso como los libros te dan el diagnóstico pero no el tratamiento. Y me hace algo de gracia alguna sentencia. 
Incluso un autor invita a mirar una obra plástica y nos cuenta que por más que nos separemos eventual o permanentemente de un amante, estaremos ligados a él para siempre.
Su parecer me dejó muda. Porque la verdad es que a mi nunca me sucedió eso. Luego de tramitar el duelo por la pérdida, no me he quedado con ninguno de sus retazos. 
Con nada de nada. No los he deseado sensualmente, ni tuve memoria de los besos o conservé lugares como sagrados. Siempre creí en la vigencia de las cosas, así que tiré cartas, devolví fotos, ropas, y rara vez pensé en uno estando con otro.
Soy quirúrgica. Se terminó y punto. Si no hay más ilusión... A llorar por los rincones. Y luego de cierto tiempo, la ausencia diluye cualquier construcción en la que nos haya distraído el laberinto.
La presencia es vital para cualquier relación. Porque el amor se habita. Y cuando es crecido nos hace simplemente dichosos. Lo otro, lo vano, lo deslucido, lo agraviante, lo que nos hace sentir miserables, es otra cosa. Es una forma retorcida del vínculo con alguien. Es un auto chocado con una víctima fatal.. Es cruento y penoso. Nada que tenga que ver con dejarnos heridos, moribundos o desalentados tiene que ver con el amor. Es entonces cuando distinguimos que debemos echar todo lo que tenía que ver con "eso" a la basura. Y así es como perdemos pedazos de nosotros. Porque claro, quedamos hechos jirones. 
Miro el cuadro y sonrío... Veo dos siluetas que van por distintos puntos cardinales y la sombras juntas al principio del camino. No es así. La vida es puro presente. Pura ilusión. Puro deseo. Lo que pasó se resignifica en el ahora y tal vez nos pauta algún mañana. 
Para siempre? Es una palabra larga.. Como jamás o nunca. No son para mi. Se las dejo a ustedes y a cada hombre que haya pasado por mi vida, mi cuerpo o mi existencia. Hombres que ni recuerdo, ni anecdotizo. Hombres que simplemente ya no me importan y de los que no queda ni un registro acá (me toco la cabeza), acá (me toco el pecho) o acá (y señalo mis caderas).
Lo que no se nombra, desaparece. Y luego, limpios, vacíos, podemos permitirnos tener el corazón vacante por la restauración del duelo. 
El resto, es puro chamuyo. Si nos se honran los pactos, se cuida al que amamos y se permanece, dificilmente podamos alojar al amor...
¿No les parece?


jueves, 12 de septiembre de 2013

Vos sabés...

Entendés claramente de qué se trata esto.
Algunos ratos se presentan confusos y sin embargo, al mirarnos, todo se vuelve nítido.
Los dos tenemos miedo. Muchísimo miedo y por otra parte, es razonable porque tenemos un recorrido impregnado de tristezas.
Nos han dedicado pulcramente desdenes, hostilidades, burlas, ausencias, iras, mezquindades, conductas ruines y al final del recorrido nos quedamos más vacíos, más solos, inciertos, indefensos, estafados, rasgados por el desencanto y el desencuentro.
Sin embargo, los dos sabemos que hay algo que podría mitigar nuestra pena.
Y no nos atrevemos a tomarlo porque eso sencillamente involucraría al otro.
La apuesta es demasiado fuerte y no estamos preparados para ella.
Pero inexplicablemente nos asomamos a nuestros bordes...
Y estamos ahí, haciendo ofertas, guardando silencio, esperando suavemente consentirnos, acompañarnos, cuidarnos y compartirnos.
A mi me gustan las flores, los bombones y los besos.
Y tengo exactamente lo que vos querés y sé que te gusta.
Entonces, quedémonos cerca.
Así de cerquita (acá pensá que tengo el pulgar y el índice pegaditos) y hagamos lo que podamos, así los cucos se estremecen con nuestra ternura...





jueves, 5 de septiembre de 2013

Esa estrella era mi lujo

Siempre creí que la ausencia era donde había que hacer nido si atravesábamos un duelo amoroso y no es así.
Si por algún motivo, fortuito o no, tuvieramos que cruzarnos con quien fue nuestro objeto de deseo, nos daríamos cuenta inmediatamente de por qué  abandonamos una historia de amor.
Lo que uno construye cuando el otro no está, es siempre superlativo.
Si sale con alguien, ese alguien será mucho mejor que nosotros, más bello, más inteligente, más generoso, más simpático, más, más, más...
Si nosotros estamos con alguien, nunca será tan, tan, tan....
Sin embargo, pasado un tiempo, donde se alojó el silencio y nos estremeció la pena, cuando retomamos alguna conversación con nuestro ex, todo se esclarece.
Absolutamente todo.
Lo que nos hacía sentir miserables sigue ahí porque es lo que nos dedicaba el otro...!!!!
El desdén, la falta de respeto, la indelicadeza, la desconfianza, la mezquindad... Todo.
También está lo demás, claro. 
Pero se presenta como algo así:
-Cruzate este arrollito lleno de pirañas, que enfrente hay un tesoro.
Y la verdad, quién quiere llegar al otro lado lastimado, herido, desmembrado y sangrante?
Déjenme pobre.
Es de eso de lo que se trata este hoy.
De advertir que el primer paso es el silencio y el segundo es sostener la decisión que hemos tomado.
Porque el amor es otra cosa. El amor nos completa, nos hace crecer y sobre todo: NOS HACE FELICES.
Cualquier otra cosa que suceda, revisen...
Porque la vida es una y no vamos a andar desperdiciándola con cualquiera.
Nos vemos.